lunes, 16 de noviembre de 2020

Reflexiones sobre Pandemia y el reconocimiento de la Naturaleza como Persona

 

(Un análisis al texto de Eugenio Raúl Zaffaroni: La Naturaleza como Persona: De la Pachamama a la Gaia)


 

Comprender el texto de Zaffaroni, implica identificar el origen y la experiencia de este abogado argentino que actualmente se desempeña como Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y desnudar su cercanía con el derecho penal. El conocimiento y relacionamiento permanente con la punibilidad de la acción humana y la protección de los derechos humanos le permiten a Zaffaroni extender su discurso sobre la naturaleza como persona en su importancia misma para la existencia de la vida humana, sacando a relucir elementos de objetividad, subjetividad y dogmática del derecho.

 

Al hacer referencia a la actual emergencia sanitaria que atraviesa el planeta con el denominado COVID-19, el texto: La Naturaleza como Persona: De la Pachamama a la Gaia, de Zaffaroni, es un llamado desde el derecho a la necesidad pasada, presente y futura de reconocer derechos de la naturaleza en una complementariedad protectora de la existencia humana, presentándose también como un elemento que predice desde la academia, nuevamente, la situación actual del planeta y el desequilibrio que ha venido generando el comportamiento del hombre como parte del planeta y su relación con los demás elementos que componen la Pachamama.

 

Si a bien se tiene, la pandemia por la que atraviesa el planeta es una consecuencia de ignorar enseñanzas ancestrales, evolutivas y experienciales. Una desatención que aún impide al hombre entender su interrelación con y en el planeta. Una responsabilidad que no se ha entendido completamente y cuyas consecuencias se expresan bajo virus como el VIH y el COVID-19. Desatenciones que pueden extinguir la existencia del hombre en el planeta.

 

De esta manera, Zaffaroni, bajo una descripción planteada desde la complejidad de la dinámica ideológica del hombre en la relación con su medio, enfrenta a una sociedad que es ambivalente de pensamiento y acción, lesionando permanentemente el medio ambiente, sus recursos y con ello su propia existencia. La actual pandemia, bajo una interpretación del texto de Zaffaroni, es un nuevo llamado del planeta a la especie humana para que libere las presiones que ha generado en los recursos naturales, para que reconozca la importancia de estos en su vida y para que entienda su papel y responsabilidad en el funcionamiento de este complejo sistema cuyo nombre, al igual que el de dios en las religiones, puede recibir diversas acepciones, pero es exactamente el mismo.

 

Zaffaroni evidencia en su texto que, frente al reconocimiento de los derechos de la naturaleza, se vienen generando avances en el mundo, tanto desde la discusión internacional y la positivización constitucional, como en el reconocimiento jurisprudencial a falta de contenido expreso en la constitución como es el caso de Colombia.

 

Estar de acuerdo con el reconocimiento de los derechos a la naturaleza es una obligación de estado(s), y de ser humano, como solución a la necesidad de existir y que, además, permite avanzar en un camino donde la regulación de la relación hombre-naturaleza es un instrumento que sirve de ruta pero que no garantiza el resultado. En un país como el nuestro, y quizá en muchos del mundo, el único efecto negativo en el reconocimiento de derechos de la naturaleza es la migración la discusión política a la técnica, pero precisamente de allí es de donde provienen los efectos positivos, siendo el más relevante la garantía de la existencia y protección de la vida humana desde el entendimiento que “no somos algo externo ni huéspedes de Gaia, sino parte de ella”.

domingo, 19 de julio de 2020

EL PROBLEMA DEL PLÁSTICO


No se si lo han notado pero la existencia del plástico en nuestras vidas se ha vuelto tan común que pasa desapercibido en nuestras manos. Casi todos los elementos que nos rodean cotidianamente tienen compuestos plásticos, sin embargo, y a pesar de las virtudes de durabilidad y versatilidad que posee este material, la desechabilidad ha opacado sus virtudes y el rastro ambiental es de alto impacto.




Partamos del ejercicio de evaluar cuántos de los elementos que lo rodean al leer este artículo están compuestos por elementos plásticos. Quizá los resultados no le quepan en los dedos de la mano porque la industria creciente del plástico nos está regalando un ahogador abrazo gracias a nuestros malos hábitos de consumo.

Actualmente el mundo genera un aproximado de 400 millones de toneladas anuales de material plástico, permitiendo el reciclaje de sólo el 10%. De esa producción, cerca de 200 millones de toneladas corresponden a plástico de un solo uso. El panorama en Colombia no es el más halagador considerando que, a 2018, el país tuvo un consumo cercano a los 1,4 millones de toneladas de resinas plásticas según ACOPLASTICOS.

En palabras de la ministra de Medio Ambiente del Perú, Fabiola Muñoz Dodero, “la historia del plástico podría ser descrita como la historia del exceso”.  La costumbre desatada después de los años 60 y que rompió con los protocolos de calidad y durabilidad, habituales hasta esa época, nos ubicó como especie en una era de consumo desaforado y de desechabilidad para cambios de apariencias suntuarias. Un exceso que hoy nos tiene ad portas de nuevas emergencias mundiales impredecibles para una industria que crece y crece en un mundo consumista.

El plástico no es malo por si mismo. El problema del plástico radica en la circularidad que encuentra como material por falta de conciencia ciudadana, ausencia de fuerzas de mercado en la industria y la inadecuada planeación y ejecución de políticas de revalorización de residuos. 

El problema del plástico somos sus usuarios. Lo que ahora tiramos tiene que convertirse en insumo y admitir procesos de circularidad y sostenibilidad. La solución, al parecer, está en la conciencia y en pasar de la reflexión a la acción. Los compromisos personales, gubernamentales y de instituciones públicas y privadas tienen que hacerse realidad y volcarse a permitir una articulación de acciones que nos lleven a convivir con el plástico de una manera diferente. 

¿Puedes pasar más de una hora sin tocar un elemento con elementos plásticos?



@pipecorreac


Publicado en Periódico El Suroeste: https://periodicoelsuroeste.com/el-problema-del-plastico/

viernes, 26 de junio de 2020

Soberanía para la Sostenibilidad


De acuerdo a la Real Academia de la Lengua -RAE- es soberano el que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. Al acudir a la etimología de la palabra soberanía, nos encontramos con su origen en el latín sober- que significa encima y el sufijo -anus que traduce procedencia.  Viene de arriba. “Lo que caracteriza a la soberanía es ser un poder originario o no delegado, o delegado sin límites o condiciones, inalienable, no sujeto a prescripción, no sujeto a leyes” (RAE, 2020).



Con la aparición de la COVID-19 el término de soberanía ha venido retomando relevancia en países, ciudades y territorios que han visto como sus pobladores ven menguadas sus oportunidades de mejores condiciones de vida debido a la parálisis económica de todo el mundo. Una dependencia personal, territorial y nacional que nos hace reevaluar nuestra propia capacidad para ser soberanos en muchos aspectos.

La provincia del Cartama, como territorio delimitado en once municipios del suroeste de Antioquia, depende de la soberanía entregada constitucionalmente al estado colombiano, sin embargo, la falta de ejercicio de autonomías como la de reconocerse en sus potencialidades han deteriorado soberanías entregadas por la naturaleza misma. Ahora los habitantes empiezan a requerirlas pero también a ser agentes fundamentales en la construcción de independencias para el desarrollo sostenible de toda la región.

Para la situación que hoy agobia al mundo, vivir en una región con 160.403 hectáreas ubicadas en dos cordilleras, con altitudes que van desde los 600 hasta los 3.950 msnm y más de 36.000 hectáreas en ecosistemas estratégicos debe ser elemento, no de reinvención, sino de reconocimiento territorial para la alcanzar soberanías alimentarias, económicas y sociales. La PAP Cartama tiene condiciones que configuran el paraíso del que muchos de sus habitantes hablan, pero no disfrutan.

Como parte de los más de 130.000 habitantes, debemos empezar por encontrar nuestra soberanía personal. Ser soberanos de nuestros pensamientos, de nuestras ideas, de nuestra construcción de conocimiento y desarrollo territorial. Como territorio lleno de riquezas ambientales, productivas y sociales debemos dejar los individualismos y construir región entre todos. 

Es hora de volver a nuestras veredas, a nuestros ríos, a nuestras fondas y reactivar el turismo local y regional. Es hora de reenamorarnos del territorio. Es hora de no hablar sólo de nuestra capacidad productiva sino de consumir los productos que articulada y coordinadamente se produzcan en nuestros valles, cañones y montañas, innovando en la forma de transformarlos y consumirlos. En materia de producción alimentaria, recursos naturales y capacidad profesional y laboral, es hora de ser soberanos.




Twitter. @pipecorreac

(Publicado en Periódico El Petroglifo, edición Mayo 2020)

viernes, 5 de junio de 2020

Día del Medio Ambiente

Nuevamente amanecemos inundados de mensajes conmemorando un día especial y orientado a la protección de los recursos naturales. Un día para escuchar hablar de tratados y políticas con propuestas muy interesantes pero que muy pocos cumplen. Un día donde la celebración incluye canales de televisión, medios radiales, prensa escrita y redes sociales que hablan todo el día de acciones por el cambio climático, que invitan expertos a que hablen de sostenibilidad, diversidad y cambio climático, entre programas, foros y otros formatos que pueden resultar formativos y muy productivos o repetitivos e inaportantes.



Como seres virtuales, en lo que nos hemos convertido, somos propensos a seguir tendencias diarias de las redes y los medios, por lo que muchos no tenían en su calendario la conmemoración mundial. Sólo las aplicaciones les han recordado. Sin embargo, como no podemos quedar fuera de la tendencia, buscamos la mejor imagen y la frase que nos encuentra el buscador web, siendo suficiente para ser parte de la efeméride. 

En un llamado más personal, y consecuente con la vital importancia de emprender inmediatamente acciones orientadas hacia la protección de los recursos naturales desde una visión sistémica, no podemos dejar que nos obnubile la globalidad solo en materia consumista, mercantilista y depredadora. El medio ambiente no requiere más publicidad anual sino acciones concretas. Acciones orientadas por un pensamiento global enmarcado en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, pero desde una aplicación personal, sin esperar que nadie más lo haga por cada uno. No solo se trata de pensar globalmente y actuar localmente sino de pensar globalmente y actuar personalmente.




Qué tal si en medio de la pandemia y de la conmemoración nos preguntamos si ¿nuestros hábitos o cambios de hábitos han sido responsables con el planeta? ¿Consumimos solo la cantidad necesaria de agua? ¿Hacemos uso eficiente de la energía eléctrica y el gas? ¿Usamos transporte amigable con el medio ambiente? ¿Separamos adecuadamente los residuos sólidos generados? ¿Generamos menos residuos? Qué tal si luego de preguntarnos, independientemente de cuál sea la respuesta, convertimos las preguntas en afirmaciones y hábitos de vida.

Es momento que nuestras acciones sean consecuentes con una necesidad de sostenibilidad mundial. Es momento de entender que no somos medio ambiente y seres humanos. Somos parte del mismo sistema. Somos el medio ambiente. Es hora de hacer que el aniversario no sea sólo una tendencia y una agenda de discursos, en muchos casos propositivos e innovadores pero con poco eco en las esferas políticas. No más voces levantadas por modismo o tendencias sin razonamiento. El medio ambiente y la vida se hacen sostenibles con acciones concretas.




PipeCorreaC
Twitter: @pipecorreac

jueves, 21 de mayo de 2020

¿POR QUÉ USAR TAPABOCAS REUTILIZABLE?


Tapabocas, o mascarilla, es un término y un accesorio que, en estos días, se ha vuelto común y vital para la humanidad. Debido a la aparición del COVID-19, la Organización Mundial de la Salud -OMS- viene promoviendo recientemente su uso público y, siguiendo su consejo, hoy es un artículo de uso obligatorio en cualquier espacio público del mundo. De aquí en adelante, serán muchos días los que tendremos que acostumbrarnos a llevarlo como un atuendo más de nuestro vestuario.


Como lo han repetido incansablemente en estos días, el contagio del COVID-19 se da “a través de gotículas y se produce por contacto cercano (a menos de un metro) de una persona con síntomas respiratorios (por ejemplo, tos o estornudos), debido al riesgo de que las mucosas (boca y nariz) o la conjuntiva (ojos) se expongan a gotículas respiratorias que pueden ser infecciosas… Por consiguiente, el virus de la COVID-19 se puede contagiar por contacto directo con una persona infectada y, de forma indirecta, por contacto con superficies que se encuentren en su entorno inmediato o con objetos que haya utilizado (OMS, 2020).

Los Tapabocas son elementos asociados normalmente al personal de la salud como instrumento de protección y, hoy, ampliamente difundido como escudo de defensa para contener fluidos que puedan ser transmisores del COVID-19. Además del permanente lavado de manos y demás cuidados de limpieza, el tapabocas constituye un defensa real para evitar cualquier contagio. Las voces de la OMS y del gobierno nacional se han unido alrededor de su uso para reducir “la velocidad a la que los individuos infectados pueden afectar al otro”.

Como elemento de protección ha funcionado muy bien en muchos países que hoy empiezan a recuperar medianamente sus actividades productivas. De la misma manera la masificación de su uso, ha incrementado la cantidad de residuos provenientes de tapabocas desechables, lo que los convierte en instrumento de contaminación ambiental y sanitaria. En días donde pensamos en liberarnos de un enemigo común asociado a un virus, debemos evaluar los impactos que pueden generar nuestros cambios de hábitos e implementar acciones que nos unan para luchar contra otro gran enemigo de la sostenibilidad y de la existencia humana…. La incorrecta gestión de los residuos sólidos.

En épocas donde los sitios de disposición final están llegando al final de su vida útil debido al incremento de residuos NO ORDINARIOS, dentro de los cuales sobresalen en cantidad los plásticos de un solo uso, el tapabocas desechable se convierte en un elemento necesario para la inmediatez de la atención y prevención sanitaria, pero perjudicial para los recursos naturales y, por ende para la humanidad, a largo plazo.  Los tapabocas desechables, son elementos elaborados, en su mayoría, con polipropileno, un polímero termoplástico que goza de todas las condiciones contaminantes al momento de realizar una inadecuada disposición o al incrementar su uso por fuera del contexto médico, que venia gozando de exclusión en la normativa prohibicionista de los plásticos de un solo uso. El aumento en la demanda de tapabocas desechables en todo el país se ha venido viendo reflejado en los sitios de disposición final y en algunas fuentes hídricas donde llegan por mala disposición afectando directamente el medio ambiente.

En este punto, la búsqueda de convergencia entre la protección de la salud humana y de la sostenibilidad debe dirigirse hacia la responsabilidad individual creada desde la necesidad de proteger a los demás. Sin satanizar el uso del tapabocas desechable, hoy, la mejor alternativa para la sostenibilidad está dada en el uso de tapabocas reutilizables dados los múltiples beneficios que puede generar en tiempos donde la economía se transversaliza con el cuidado de la salud y de los recursos naturales. Si, aunque parezca una acción simple, reemplazar el uso del tapabocas desechable (un solo uso), puede generar una dinámica de protección personal, comunitaria y del medio ambiente que puede pasar inadvertida a los ojos humanos pero de grandes impactos al planeta.

En primer lugar, cuando el término comercial es desechable el producto está orientado a un único uso. Lo que implica mínimamente un tapabocas por persona al día. En su defecto la mayoría de tapabocas reutilizables están fabricados en Polyester que, a pesar de ser una fibra de origen plástico, permite que su durabilidad sea mayor gracias a su resistencia, alta absorción y, por ende, a su reúso. Usar protección reutilizable, de tejidos como el polyester, impacta directamente la disminución de tapabocas que llegan a los sitios de disposición final de Antioquia en cifras que superan el millón de unidades diarias. 

En segundo lugar, utilizar tapabocas reutilizables genera un impacto sobre la economía local a través de circuitos cortos para su comercialización. Es decir, el impacto se ve reflejado en las economías locales beneficiando generalmente a asociaciones, mujeres cabeza de hogar y organizaciones sin ánimo de lucro. Una de las maneras de darnos la mano en estas épocas difíciles es incentivando y apoyando los emprendimientos de cada territorio.

Utilizar tapabocas reutilizables también es una manera eficiente de proteger las finanzas municipales y de nuestras empresas operadoras de los servicios de aseo. Una manera de proteger a aquellos que día a día trabajan para que tengamos entornos más limpios y evitar la generación de focos de contaminación, no solo de Coronavirus, sino de otros patógenos que normalmente pueden transmitirse al contacto de superficies o elementos contaminados.

En un planeta que ha cambiado gracias al COVID-19, el tapabocas ha llegado para quedarse, para ser parte de nuestro vestuario y de nuestra vida, al menos por un periodo extenso. Promover y usar tapabocas reutilizables, que cumplan con los requerimientos mínimos entregados por las autoridades sanitarias, es una gran estrategia para promover sinergias de desarrollo territorial, economía circular y protección a los recursos naturales. Usa el tapabocas como una forma de protegerte y de aportar un granito de arena a la sostenibilidad del planeta.

Ah, y si vas a usarlo… úsalo bien!



(Artículo publicado en https://periodicoelsuroeste.com)
Twitter: @pipecorreac

domingo, 3 de mayo de 2020

Gracias Padre Nuestro


Gracias Padre Nuestro por estar en los cielos. En ese etéreo que te permite acompañarnos, cuidarnos, vernos, aconsejarnos, escucharnos y protegernos.



Gracias Padre Nuestro por permitirnos glorificar tu nombre. Gracias por bendecirnos con tu amor. Por permitirnos ser un instrumento de tu paz y de tu luz.

Gracias Padre Nuestro por permitirnos disfrutar de tu reino. Por permitirnos ser parte de este inmenso y diverso universo. Por permitirnos disfrutar de tu creación y ser parte de ella. Gracias padre por la vida.

Gracias Padre Nuestro por guiarnos con tu luz, con tu santa voluntad y con las enseñanzas que nos regalas a cada instante. Gracias Padre por cada momento de la vida. Porque cada uno de ellos trae su aprendizaje. Porque vivimos en constante crecimiento. Gracias porque siempre eres Maestro.

Gracias padre por la familia. Gracias Padre por la salud, por el trabajo, por nuestros conocimientos y por cada experiencia vivida. Gracias Padre porque nos das el pan de cada día.

Gracias Padre Nuestro por perdonar nuestras ofensas y por alejar el rencor de nuestros corazones. Por llenarnos de amor y sabiduría para ser instrumentos de unión y no de división.

Gracias Padre Nuestro por enseñarnos el camino de lo correcto. Por instruirnos en el amor y en el servicio. Por permitirnos crecer rodeados de amigos.

Gracias Padre Nuestro por tu protección permanente y porque tu energía nos abraza diariamente para librarnos de todo mal.

Gracias Padre porque sólo tengo que agradecerte.

Amén.



PipeCorreaC

miércoles, 29 de abril de 2020

El abrazo de mi Amigo


En su abrazo descansa el aire rodeado de vuelos multicolores y de armónicos conciertos. Su sombra guarda los recuerdos de generaciones que en su paso rápido han ignorado su presencia y su cobijo. Sus frutos son el alimento de una humanidad que no respeta su importancia en la garantía de su propia existencia.



Abrázame amigo. Abrázame con tus cálidas ramas y suaves hojas que han bailado con el viento. Abrázame para sentir tu calor intenso en esa conexión que sólo tu tienes con la madre tierra. Abrázame amigo para que mi espíritu vuele entre las melodías de vuelos infinitos. Abrázame amigo que yo te abrazaré para siempre protegerte.


PipeCorreaC

miércoles, 22 de abril de 2020

Atípico día de La Tierra


Conmemoramos el día la tierra en medio de difíciles condiciones sociales, económicas y ambientales para el planeta. La celebración que comenzó a gestarse a mediados de la década de los 60’s, y que recibió su primer espaldarazo en la primera cumbre de la tierra en 1972, en Estocolmo, se vive bajo condiciones especiales para la homenajeada y sus moradores. La declaración realizada en la capital sueca, bajo un enfoque claramente antropocéntrico, sirvió como escenario para iniciar un camino de protección al hombre y a la vida digna, saludable, productiva y en armonía con la naturaleza; sin embargo, las acciones humanas, aún 48 años después, parecen ir en contravía de sus propias garantías de existencia.


Durante décadas el hombre se ha negado a convivir con lo que es natural. Se ha negado a mirar hacia otros horizontes y a escuchar a la naturaleza. El hombre, de una manera egoísta ha obviado la importancia de proteger su mayor riqueza, la única que puede garantizar la mayor posesión humana, la vida. El hombre ha permanecido actuando en contra de si mismo. Irónicamente, los recursos que bajo el estado de pandemia mundial se han visualizado como garantes de la existencia humana, han sido los más golpeados por el hombre y su tránsito terrenal. El agua y el aire hoy son garantía de vida para toda la humanidad.

La población humana evoca el nombre de la Madre Tierra aislada de la monotonía, el bullicio y el desorden que genera un caminar inconsciente por el mundo. Hoy, en el encierro, el hombre entiende la verdadera necesidad de proteger el agua y añora los recursos naturales que le permiten vivir física, mental y espiritualmente saludable. En medio del temor mundial, y de las consecuencias de una interrelación hombre-naturaleza nefasta, la tierra tiene su día y, en su día, sigue llenando a la humanidad de regalos de vida.

En esta nueva celebración, la tierra, con magia natural y su enorme resiliencia, sigue dispensándole al hombre la oportunidad para convivir armónicamente y disfrutar de la riqueza de sus recursos, aún siendo la agasajada. La cuarentena le ha permitido regalarse un respiro y regalarle a su predador un nuevo aire. Muchas especies han recuperado su espacio permitiéndole al ser humano volver a la sorpresa de los sonidos, los colores y el equilibrio natural.

En medio de una conmemoración atípica, el ser humano debe aceptar el regalo de la tierra y escuchar su llamado. Debe aprender a disfrutar del canto de las aves y de sus conciertos llenos de movimiento y color. La magia del reverdecer y florecer de las montañas debe convertirse en el nuevo aire que reconfigura la ruta para engranar un sistema donde cada pieza es necesaria. Después de esta celebración, el respeto por la naturaleza y por los demás será la primera herramienta de protección de la raza humana.

Feliz Día de la Tierra


PipeCorreaC

sábado, 7 de marzo de 2020

BASURA CERO: Un instrumento para los Planes de Desarrollo

Avanza la construcción de los Planes de Desarrollo Territorial de municipios y departamentos y, con ellos, la ilusión de las comunidades de ver territorios donde las necesidades básicas se atienden a partir de la concertación y la priorización de acciones que dignifiquen la calidad de vida de todas las poblaciones.

Si bien, la construcción de la hoja de ruta de los gobiernos actuales requiere de una amplia participación comunitaria, es importante que la transparencia y la contextualización territorial sean instrumentos para validar los sueños de sus habitantes alrededor de metas alcanzables. Para ello, deberán las autoridades locales ser respetuosas, y modelos de implementación, de los principios de concurrencia, subsidiariedad y complementariedad, estudiando los caminos reales del progreso desde lo que manifiestan sus comunidades y el conocimiento de herramientas básicas como el Plan Nacional de Desarrollo, los Esquemas de Ordenamiento Territorial, los Planes de Acción de las Corporaciones Autónomas, entre otros.

Como elemento de dignificación territorial, en los nuevos Planes de Desarrollo, debe considerarse la actualidad de la gestión integral de residuos sólidos del país, del departamento de Antioquia y de toda la Provincia del Cartama. Una realidad que hace inevitable volcar los ojos, el conocimiento y los argumentos hacia la búsqueda de soluciones reales e inmediatas a una crisis operativa que puede convertirse en una emergencia sanitaria, afectando no sólo poblaciones sino una gran cantidad de recursos naturales.

Es en este punto donde se pretende llamar la atención de los mandatarios locales de la provincia, considerando que El Plan Nacional de Desarrollo: “Colombia un Pacto por la Equidad: 2018 – 2022”, incorporó precisamente la Economía Circular, en el “Pacto por la sostenibilidad: Producir conservando y conservar produciendo”, en concordancia con las cerca de 12 millones de toneladas de residuos sólidos que se generan en Colombia y el escaso 17% de aprovechamiento de los residuos generados.  A su vez, dentro de las metas del “Pacto por la Calidad y eficiencia de Servicios Públicos” se propone el manejo adecuado de sus basuras en 991 municipios.

Actualmente, la provincia del Cartama genera cerca de 13.534 toneladas anuales de residuos sólidos, de las cuales aprovecha el 23% aproximadamente, lo que indica claramente que estamos llevando a rellenos sanitarios más de 10 mil toneladas anuales de residuos. Ocho de once municipios de la provincia deben trasladar sus residuos hasta el Relleno Sanitario La Pradera en Don Matías o a ciudades como Manizales, con las implicaciones financieras y ambientales que esto conlleva.

Es necesario resaltar que el departamento de Antioquia, a través de la ordenanza 010 de 2016, institucionalizó y reglamentó “el programa Basura Cero como instrumento para el manejo integral de los residuos sólidos en los municipios de Antioquia y contribuir a mejorar las condiciones de calidad de vida de la población y el medio ambiente”. La articulación de estrategias territoriales como las ejecutadas en la subregión del oriente antioqueño, han permitido demostrar que es posible incrementar los indicadores de aprovechamiento municipales incluso por encima del 70%. Además de ello, viene fomentando la prohibición del plástico de un solo uso en las instituciones y entidades territoriales, sin dejar de lado que desde el año 2019 se convirtió en modelo latinoamericano como primer Sistema de Gestión Basura Cero institucional, certificado por el ICONTEC, demostrando que desde el ejemplo se construye sostenibilidad. 

“Basura Cero es una iniciativa mundial que surge a partir de la problemática ambiental generada por el aumento descontrolado de residuos que se depositan a diario en los rellenos sanitarios del mundo, y tiene como objetivo promover las estrategias de reducir, reutilizar y aprovechar los residuos sólidos a través de su reintegro a los ciclos económicos, productivos y ecológicos”. (BASURA CERO COLOMBIA, 2018). Un instrumento que permitirá a los municipios trasversalizar acciones de sostenibilidad territorial desde la seguridad alimentaria, las energías alternativas, la garantía del agua potable y el saneamiento básico, las oportunidades empresariales, la innovación, la producción y el consumo responsable, la transferencia de conocimiento, la cultura participativa, entre otros elementos necesarios para el desarrollo territorial. 


FELIPE CORREA CORREAL
@pipecorreac

miércoles, 1 de enero de 2020

OHPUESTO

No era de la ciudad pero ya hacía presencia en la cabeza de quienes habitaron la montaña durante decenas de años. Su marca, indeleble, se veía y mencionaba en cada rincón.


Algunas cabezas maestras, empezaron a hacer de él una imagen visible pero su orgullo de ver por encima del hombro deterioraba día a día su imagen. Los rayos del sol osaban acariciarlo frecuentemente pero la lluvia arrugaba su cuerpo y su espíritu.

Al igual que el sombrero, la cabeza que decía ser maestra entre los maestros, sólo tenía copa y alas. A diferencia del rey Guarniel, que durante años protegió los más íntimos secretos, historias y patrimonio de la vereda, la ausencia de orejas impidieron que el sombrero escuchara el clamor de la ciudad... Él sólo quería estar a la cabeza.

Cuatro años bastaron para que el sombrero perdiera su cercanía con el territorio, pero siempre se recordará que en la tierra del Guarniel, el sombrero gobernó.

@pipecorreac