(Un
análisis al texto de Eugenio Raúl Zaffaroni: La Naturaleza como Persona: De la
Pachamama a la Gaia)
Comprender el texto de Zaffaroni, implica identificar el origen y la experiencia de este abogado argentino que actualmente se desempeña como Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y desnudar su cercanía con el derecho penal. El conocimiento y relacionamiento permanente con la punibilidad de la acción humana y la protección de los derechos humanos le permiten a Zaffaroni extender su discurso sobre la naturaleza como persona en su importancia misma para la existencia de la vida humana, sacando a relucir elementos de objetividad, subjetividad y dogmática del derecho.
Al hacer
referencia a la actual emergencia sanitaria que atraviesa el planeta con el
denominado COVID-19, el texto: La Naturaleza como Persona: De la Pachamama a la
Gaia, de Zaffaroni, es un llamado desde el derecho a la necesidad pasada,
presente y futura de reconocer derechos de la naturaleza en una
complementariedad protectora de la existencia humana, presentándose también
como un elemento que predice desde la academia, nuevamente, la situación actual
del planeta y el desequilibrio que ha venido generando el comportamiento del
hombre como parte del planeta y su relación con los demás elementos que
componen la Pachamama.
Si a bien se
tiene, la pandemia por la que atraviesa el planeta es una consecuencia de
ignorar enseñanzas ancestrales, evolutivas y experienciales. Una desatención
que aún impide al hombre entender su interrelación con y en el planeta. Una
responsabilidad que no se ha entendido completamente y cuyas consecuencias se expresan
bajo virus como el VIH y el COVID-19. Desatenciones que pueden extinguir la
existencia del hombre en el planeta.
De esta
manera, Zaffaroni, bajo una descripción planteada desde la complejidad de la
dinámica ideológica del hombre en la relación con su medio, enfrenta a una
sociedad que es ambivalente de pensamiento y acción, lesionando permanentemente
el medio ambiente, sus recursos y con ello su propia existencia. La actual
pandemia, bajo una interpretación del texto de Zaffaroni, es un nuevo llamado
del planeta a la especie humana para que libere las presiones que ha generado
en los recursos naturales, para que reconozca la importancia de estos en su
vida y para que entienda su papel y responsabilidad en el funcionamiento de
este complejo sistema cuyo nombre, al igual que el de dios en las religiones,
puede recibir diversas acepciones, pero es exactamente el mismo.
Zaffaroni
evidencia en su texto que, frente al reconocimiento de los derechos de la
naturaleza, se vienen generando avances en el mundo, tanto desde la discusión
internacional y la positivización constitucional, como en el reconocimiento
jurisprudencial a falta de contenido expreso en la constitución como es el caso
de Colombia.
Estar de
acuerdo con el reconocimiento de los derechos a la naturaleza es una obligación
de estado(s), y de ser humano, como solución a la necesidad de existir y que, además,
permite avanzar en un camino donde la regulación de la relación
hombre-naturaleza es un instrumento que sirve de ruta pero que no garantiza el
resultado. En un país como el nuestro, y quizá en muchos del mundo, el único
efecto negativo en el reconocimiento de derechos de la naturaleza es la
migración la discusión política a la técnica, pero precisamente de allí es de
donde provienen los efectos positivos, siendo el más relevante la garantía de
la existencia y protección de la vida humana desde el entendimiento que “no somos algo externo ni
huéspedes de Gaia, sino parte de ella”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario