domingo, 1 de mayo de 2016

Con nuestros caballos: Unamos, no dividamos!

Los caballos han sido, durante siglos, compañeros incansables en la construcción de nuestros territorios. Reconocerlos como tal, y no como un nuevo elemento de división, será un nuevo ejercicio social de respeto y tolerancia en el camino hacia la paz.


Muchos debates se han generado en los últimos días frente a la realización, o no, de la tradicional cabalgata de la Feria de las Flores. Con detenimiento observe algunas de esas discusiones que, hoy desde las montañas, analizo desde mi visión de caballista y campesino.

En primer lugar, considero que el rechazo social hacia las prácticas que atentan contra la integridad de los animales, es la simple y lógica consecuencia de reiterados comportamientos abusivos contra los equinos en cabalgatas públicas como la de Feria de Flores, Feria de Cali e incluso, el “Festival de la Cometa” en mi pueblo Jericó.

Como amante del campo, de sus experiencias y diversidad de recursos, tengo también que reconocer que los comportamientos abusivos contra los caballos no están generalizados en todos los caballistas, sin embargo, ese pequeño porcentaje de “mulas” que montan a caballo, ha hecho el escándalo por todos.

Defender el caballo como el amigo de nuestras jornadas de trabajo, de paseo y hasta de vida, es casi un principio de quien se considera realmente caballista. Sobrepasar los límites cuando disfrutamos de ese amigo, nos aleja de ese primer principio que involucra el respeto hacia el caballo y, por ende, hacia nosotros mismos como caballistas.

Los caballos son animales leales, trabajadores y alegres. Son animales que llevan en sus lomos la historia de nuestro país y de gran parte de nuestro continente. Defenderlos, implica asumir una posición objetiva dentro de esos parámetros de respeto y tolerancia.

La última semana ha transcurrido entre insultos y comentarios irrespetuosos, surgen en las redes sociales y se multiplican de un lado y del otro, caballistas y opositores a la cabalgata rompiendo todo límite de respeto, de tolerancia y de construcción de paz. La apreciación positiva que inicialmente asumió Federico Gutiérrez, Alcalde de Medellín, frente al posible regreso de la cabalgata a la Feria de las Flores desató una tormenta de división y pelea en las diferentes redes.

Luego de realizar un ejercicio realmente democrático, de abrir los oídos a las diferentes percepciones ciudadanas, fue el mismo Federico Gutiérrez quien a través de las redes informó sobre su decisión de continuar con una Feria de Flores sin Cabalgata, posición que respeto y comparto, finalmente nuestros caballos tienen sus espacios: Uno natural en nuestras montañas, entre caminos de herradura, cultivos y amplias praderas; y otro de escenarios artificiales en las Ferias Equinas y Vaqueras donde los caballos son cuidados y tratados con respeto, con observancia de reglamentos donde prima la integridad del caballo y el caballista.

En Medellín, no triunfó el populismo ni la clase politiquera, en Medellín hemos visto un verdadero ejercicio de democracia, de valores ciudadanos y de una decisión realmente objetiva frente a los valores de quienes amamos el campo, de quienes amamos nuestros caballos. El llamado para todos debe ser claro, nuestros caballos siempre han sido símbolo de unión y de trabajo conjunto, no permitamos que se conviertan en un elemento de división, en un elemento que nos aleje de la paz.



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