domingo, 8 de abril de 2018

En Campaña… Del Agua y de la Autogestión Comunitaria!

Desde hace varios años hemos venido escuchando el discurso del Derecho Humano al Agua como el eco de una lucha de gestores del recurso hídrico, y de organizaciones comunitarias, buscando defender la “función de gestión pública, participativa y comunitaria del agua” en el reconocimiento del “ derecho a la autogestión comunitaria del agua, su acceso individual y colectivo”, reglamentando las “actividades desarrolladas por comunidades barriales, veredales y vecinales de índole comunitaria, tendientes a garantizar el acceso al y suministro del agua y/o el saneamiento básico a las personas ubicadas en los territorios”.

Autogestión 



Y en época de propuestas y búsqueda de votos, sería bueno que, candidatos y equipos de campaña, pusieran sus ojos en ésta iniciativa comunitaria que surge desde los Acueductos Comunitarios de Colombia, en acompañamiento de diversas organizaciones sociales y ambientalistas, que pretende básicamente defender un derecho humano reconocido internacionalmente y  que la propia Corte Constitucional reconoce desde 1992 como Derecho Fundamental. No podemos seguir pasando por alto la historia de nuestros recursos naturales y haciéndonos los ciegos frente a un evidente suicidio ambiental y social generado desde la desprotección del recurso hídrico.

Una gestión que parte de principios de justicia ambiental, corresponsabilidad, eficiencia social, eficacia participativa, economía solidaria y coordinación institucional, aparece como una propuesta seria en la creciente necesidad de garantizar de disponer de “agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico” (CDESC, 2002) en cada uno de los territorios urbanos y rurales de Colombia.

Rescatar ésta iniciativa comunitaria como ejemplo de unión social para la gestión de los territorios, debe gozar de un respaldo desprendido de amoríos políticos y cercano al aprendizaje permanente. La construcción incluyente y participativa de los territorios,   permitirá abandonar viejos demonios sociales y rescatar voces que se silencian en rincones, olvidando que su existencia es importante.

En ésta época de campaña presidencial esperemos a ver si aparecen los oídos abiertos a las voces de la comunidad. Esperemos que el discurso ambiental se fortalezca y que la justicia social se empiece a evidenciar en fórmulas que perfilen mejorar en indicadores tan apremiantes como acceso a agua potable y saneamiento básico. Esperemos que la brecha de acceso a servicios básicos se reduzca entre lo urbano y lo rural. Esperemos a ver si algún día entendemos que el agua que consumimos en nuestros hogares es un derecho pero que no aflora en la canilla y requiere de corresponsabilidad, protección especial y de una gestión participativa en todos los niveles.

@pipecorreac