miércoles, 13 de julio de 2016

La irracionalidad del egoísmo...

Medio Ambiente sin Desarrollo Sostenible?[Parte II]


El hombre se ha empeñado en demostrar que no es un ser tan racional como parece. A través de los siglos, los humanos nos hemos convertido lentamente en una máquina devastadora de ecosistemas y, aún cuando vemos las consecuencias de nuestros comportamientos suicidas, seguimos avanzando en la destrucción de nuestro planeta.


La globalización ha abierto las puertas al hombre para que abandone, en la práctica, conceptos como el de desarrollo sostenible. El consumismo, al parecer, ha invadido el pensamiento humano y lo ha vuelto esclavo de su propia destrucción. El hombre, en medio de un individualismo desconcertante, se olvidó de su responsabilidad con el entorno y con las generaciones futuras, no sin antes padecer algunas consecuencias de sus actos.

Luego de muchos años de debate mundial sobre la necesidad de proteger nuestros recursos naturales y de aplicar, ética y materialmente, el concepto de desarrollo sostenible, parece que el hombre olvidó que la protección del medio ambiente es una tarea de todos. Basta con una corta caminada por las montañas de nuestro suroeste antioqueño para evidenciar que la perdida de recursos naturales avanza a pasos agigantados con la venia de ciudadanos, instituciones y gobiernos.

Nuestras montañas vienen siendo amenazadas por diferentes procesos agrícolas, pecuarios, industriales y mineros que, además de generar un riesgo en el equilibrio de nuestros ecosistemas,  también genera riesgos en la salud y en la vida digna de muchas comunidades. La indiferencia frente a éstos procesos, por un lado, y la ausencia de auto reconocimiento de nuestros actos contaminantes sumado al individualismo crónico, por el otro, ha generado un desequilibrio social que nos tiene ad portas de una catástrofe ambiental.

Si bien, datos científicos afirman que existe una reducción en el tamaño del agujero existente en la capa de ozono, hablamos de una reducción de sólo 4 millones de kilómetros cuadrados frente a los cerca de 20 millones que se deben recuperar. Otros datos menos alentadores muestran cómo la contaminación de fuentes hídricas y la expansión urbana hacia las zonas de protección de nuestros recursos naturales sigue en aumento. Un panorama oscuro para el medio ambiente.


Como humanos debemos entender que la solución SÍ está en nuestras manos. La solución parte de reconocer que hemos sido egoístas y que debemos pensar y actuar en comunidad. La protección del medio ambiente, finalmente, parte de esos actos individuales que se realizan pensando en el otro, en quien consume nuestros productos agrícolas o, simplemente, usa el mismo recurso hídrico unos metros más abajo, para poner sólo un ejemplo.


@pipecorreac